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HABILIDADES SOCIALES

la importancia de las habilidades sociales para una mejor adaptacion socialConócete, Acéptate, Supérate



San Agustín de Hipona


Las Habilidades Sociales son el conjunto de competencias personales que tiene cada uno para hacer frente a situaciones de interacción social.

Poseer unas buenas habilidades sociales significa ser capaz de dar respuesta a las demandas de las situaciones, actuar de forma natural, haciendo valer nuestras opiniones, derechos y preferencias y sintiéndonos cómodos al interactuar con otras personas.

No todo el mundo tiene las mismas habilidades sociales, pero son herramientas que se aprenden y se desarrollan, y que pueden resultar muy útiles para el desarrollo social y personal como fuente de satisfacción personal.



QUE SON LAS HABILIDADES SOCIALES


las habilidades sociales se adquieren
Las habilidades sociales son el conjunto de conductas necesarias para interactuar y relacionarse con las otras personas de forma efectiva y mutuamente satisfactoria.

Al ser conductas nos referimos a aspectos observables, cuantificables y modificables, no se trata de un rasgo de personalidad.


Ciertamente hay personas que poseen de forma innata la cualidad de relacionarse con los otros de forma adaptada y asertiva, sabiendo responder a las necesidades del otro y "leer" sus emociones a través de su lenguaje corporal, entonación, etc. En otros casos, esta cualidad es necesario que sea aprendida por la persona para poder relacionarse de forma adecuada. 

La persona con competencia social defiende lo que quiere, y expresa su acuerdo y desacuerdo sin generar malestar en la otra persona, es lo que se denomina asertividad. Las personas que carecen de asertividad pueden adoptar una actitud pasiva, no ejerciendo sus derechos o expresando sus necesidades o hacerlo de una manera agresiva, desmesurada y desadaptada. 

Los programas de entrenamiento en habilidades sociales parten de un estudio de las diferentes competencias sociales que manifiesta la persona, observando sus carencias y enseñándole todas las habilidades sociales de las que carece o que son deficitarias. Las técnicas comienzan con un reconocimiento de emociones en la otra persona para ofrecer la conducta adecuada al contexto. Se utilizan técnicas de moldeamiento y reforzamiento de conductas positivas.

La falta de habilidades sociales es una fuente de sufrimiento en la persona que no es capaz de ser comprendido ni comprender las demandas de interacción social, generándole un rechazo y aislamiento social.


FUNCIONES DE LAS HABILIDADES SOCIALES





Las habilidades sociales requieren respuestas específicas a situaciones concretas (conductas diferentes), lo que requiere la habilidad de discriminar la respuesta necesaria para las diferentes situaciones. 

Por lo tanto, las características compartidas por todas las habilidades sociales son:


  1. Implican capacidad de actuación en situaciones de interacción social (capacidad adquirida)
  2. Son comportamientos que se orientan a la obtención de un objetivo o refuerzo y tienen que estar bajo el control del individuo, y deben realizarse teniendo en cuenta al resto de personas implicadas, que emplearán sus propias habilidades y recursos, y se deberá tener en cuenta el contexto social en que se desarrolla
  3. Las personas deben adecuar su conducta a los objetivos y las exigencias de la situación
  4. Las habilidades sociales comprenden componentes conductuales, cognitivos y fisiológicos, y la combinación de todos ellos


¿QUÉ ES SER ASERTIVO?

La asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular por los demás.

Los comportamientos asertivos suponen saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de los demás, sin llegar a utilizar comportamientos agresivos o violentos.

La asertividad es el punto medio entre los comportamientos inhibidos propios de las personas tímidas o inseguras y los comportamientos violentos propios de personas agresivas y egoístas.




la asertividad es el punto justo de saber pedir lo que queremos




Ejemplo. alguien le pide el coche a otro que no desea prestarlo:

Forma inhibida: bueno.....te lo presto.....

Forma agresiva: no me da la gana prestártelo

Forma asertiva: lo siento, pero no acostumbro a prestarlo


La persona inhibida y sumisa no defiende sus propios derechos, respeta a los demás, pero no se respeta a sí misma.

Sus esquemas mentales son del tipo: “lo que yo piense o sienta no importa. Importa lo que tu pienses o sientas”. “Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo” “si digo lo que pienso se molestarán conmigo”.

Sus sentimientos suelen ser frecuentemente de frustración, impotencia, culpabilidad y baja autoestima, ansiedad y temor. Sus comportamientos son inseguros: vacilaciones, bajo volumen de voz, bloqueos y silencios. Con frecuencia tiene quejas no manifestadas hacia los demás del tipo: “X es egoísta y se aprovecha de mi”. Cuando ya no puede más puede experimentar “explosiones” agresivas bastante incontroladas resultando de la acumulación de tensiones.

La persona agresiva defiende sus derechos de forma excesiva, no respetando a los demás y frecuentemente generando conflictos por este hecho. Carece de habilidades para relacionarse con la debida sensibilidad o empatía.

Sus esquemas mentales son del tipo “si no soy fuerte los demás se aprovecharán de mí”, “lo importante es conseguir lo que yo quiera”, “hay gente mala y vil que merece ser castigada”.

Sus sentimientos suelen ser de enfado, sentimiento de injusticia, soledad y abandono, baja autoestima, frustración y falta de control sus comportamientos son agresivos y retadores: contacto ocular desafiante, cara tensa, tono de voz elevado, interrupciones y habla tajante.

La persona asertiva sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a si misma. No pretende entrar en el esquema de ganar o perder en la relación con los demás sino en ¿cómo podemos llegar a un acuerdo favorable a ambos? Su manera de pensar es más racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados que los de las personas inhibidas o agresivas y derivado de todo esto su sentido de autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.

Dicho todo esto podemos decir que no podemos clasificarnos en cada uno de estos tres tipos de personas. Todos tenemos en mayor o menor proporción algo de cada tipo. Pero lo que nos interesa es aumentar nuestro nivel de asertividad en detrimento de los otros tipos.

ALGUNOS CONSEJOS PARA EMPEZAR A SER ASERTIVOS

Mejorar nuestra capacidad asertiva requiere cambiar de forma de pensar: tenemos que dejar de pensar en nosotros mismos como limitados, inferiores, a fin de cuentas "pequeños", para relacionarnos con el mundo de una forma segura: la máxima sería: "nadie es más que nadie". 

1. Establece límites claros.

Los límites son las reglas que cada cual se crea para sí mismo, y que guía y dirige a los demás en la forma de relacionarse con nosotros. Las personas pasivas generalmente dejan que los demás invadan su espacio y no tengan en cuenta sus propios derechos. .

Hay una serie de límites que no son negociables. Cosas con las que estamos comprometidos profundamente: la familia, la salud, la fe, las aficiones, el bienestar psicológico, etc. Estos límites nos definen como personas. Si aún no conoces cuáles son tus límites innegociables, tómate un tiempo para averiguarlos. Una vez hecho, debes establecer un compromiso firme y permanente con ellos.

2. Asume la responsabilidad de tus propios problemas.

La “buena gente” confía en que alguien vendrá a arreglar sus problemas. La persona asertiva entiende que sus problemas son su propia responsabilidad. Si ves algo que necesita cambiar en tu vida, toma medidas al respecto. Si no estás contento con algo en tu vida, empieza a cambiar las cosas ahora.

3. No esperes a que la gente lea tu mente.

A menudo esperamos que los demás reconozcan nuestros deseos y necesidades sin tener que decir una palabra . Si quieres algo dilo, si algo te molesta, habla. Nunca asumas que la gente conoce todas tus necesidades o deseos. Generalmente no suele ser tan obvio como podemos pensar y tendemos a pensar que nuestras necesidades no son importantes para los demás, cuando lo único cierto es que no conocen esas necesidades o deseos.

4. No eres responsable de cómo se sienten o se comportan los demás.

Las personas pasivas y las agresivas comparten un problema similar: ambas se creen responsables de cómo se sienten o se comportan los demás, aunque de manera diferente.

La persona agresiva asume la responsabilidad de la conducta y las emociones de los demás, ejerciendo su voluntad a través de la fuerza física, mental o emocional.

El sujeto pasivo sin embargo asume la responsabilidad de la conducta de los demás doblegando constantemente su voluntad a la voluntad de otros. Sienten que es su obligación asegurarse de que todo el mundo es feliz, incluso si eso significa que ellos mismos son absolutamente infelices.

La persona asertiva reconoce que no es su misión controlar o preocuparse por el comportamiento de los demás y que es sólo responsable de la forma en que se comporta y se siente. No vas a creer la cantidad de estrés y ansiedad que dejarás por el camino una vez que entiendas esto.

Esto no quiere decir que no debas tener en cuenta los sentimientos o situaciones de los demás. Sólo significa que no es necesario ser tan excesivamente considerado como para dejar de defender tus valores para no molestar u ofender a alguien. Esa es su responsabilidad, no la tuya .

5. Eres responsable de las consecuencias de tus palabras y acciones.

La afirmación de uno mismo no es una tarea fácil, y puede llegar a tener consecuencias desagradables. Pero parte de ser asertivo es asumir la responsabilidad de esas consecuencias, pase lo que pase. Hacer frente a esas consecuencias es mucho mejor que tratar de vivir una vida frustrada e infeliz.

La asertividad lleva tiempo. No pienses que mágicamente te convertirás en una persona asertiva con sólo leer este artículo. La asertividad requiere tiempo y práctica. Vas a tener días buenos y días malos. Sólo sé persistente con tus esfuerzos y obtendrás los frutos esperados.

COMUNICACIÓN ASERTIVA

Las habilidades sociales son aquellas conductas aprendidas que utilizamos en nuestras relaciones interpersonales con la finalidad de obtener un refuerzo del ambiente y posteriormente hacer frente a las consecuencias producidas en la aplicación de dicha respuesta.

ESTILO DE COMUNICACIÓN  Y ASERTIVIDAD

Los estilos de comunicación nos permiten iniciar, mantener y consolidar las relaciones interpersonales. Hay tres estilos de comunicación interpersonal, que son la conducta agresiva, la comunicación pasiva y la conducta asertiva.

La conducta agresiva consiste en la defensa de nuestros derechos e intereses personales sin respetar a las otras personas con las que interactuamos. El principal objetivo de este estilo de interacción es el de dominio sobre los intereses de los demás, sin permitir que los otros puedan expresar y defender sus derechos y necesidades.

La comunicación pasiva implica no defender nuestros propios derechos, no ser capaces de expresar sentimientos, pensamientos y opiniones. Este estilo de interacción provoca sentimientos de inferioridad y tendencia a mantener un papel subordinado en las relaciones con los demás, manteniendo una actitud pasiva.

La conducta asertiva consiste en conocer cuales son los derechos e intereses personales y saber defenderlos utilizando una serie de habilidades que nos permitan ser objetivos y respetuosos con nosotros y con los demás. El objetivo de este estilo de conducta no es sólo conseguir aquello que se desea, sino también desarrollar las habilidades de negociación necesarias para conseguirlo.

La conducta asertiva tiene dos características: la autoasertividad, o grado en que una persona se concede a si misma los derechos asertivos básicos y la heteroasertividad, o grado en que una persona considera que los demás tienen estos derechos, entendiendo por derechos asertivos básicos aquellas creencias que facilitan el comportamiento asertivo de las personas

EL DESARROLLO DE LA ASERTIVIDAD

El desarrollo de la asertividad va a requerir dos procedimientos fundamentales: el cambio de esquemas y pensamientos no asertivos y la exposición y práctica de comportamientos asertivos.

Si piensas de manera asertiva y te atreves a exponerte a las situaciones desarrollando conductas asertivas, tienes más posibilidades de conseguir un cambo en tu vida: mejorando las relaciones, aumentando la autoestima y teniendo más estimulación para lograr las metas personales.


Las técnicas empleadas en consulta para desarrollar la asertividad son:


1. Autoobservación: con el objetivo de identificar los comportamientos no asertivos

2. Cambio en la manera de pensar desechando los pensamientos irracionales relacionados con la conducta social

3. Reduciendo la ansiedad

4. Aprendiendo respuestas y estrategias asertivas

¿POR QUÉ NO SOY ASERTIVO?

Estas son algunas causas de no haber desarrollado una asertividad adecuada:


- Los padres o cuidadores han castigado o censurado los comportamientos asertivos del niño

- Los padres no han castigado o censurado los comportamientos asertivos, pero tampoco han reforzado los avances en asertividad del niño

- La persona no ha aprendido a reconocer las señales de valoración de los demás por sus comportamientos asertivos (las sonrisas, gestos de simpatía o aprobación), por lo que no reconocerá el valor de desarrollar la asertividad

- La persona obtiene más refuerzos con conductas sumisas, tal el es el caso de la persona tímida y complaciente que obtiene:
  • El apoyo, la atención y la protección de los demás 
  • La consideración y aprobación (bueno, responsable, admirable) 
- La persona obtiene más refuerzos con conductas agresivas, que consigue: 
  • La atención de los demás 
  • El sentir la satisfacción de ser superior a los demás 
  • Conseguir lo que quiere 
- La persona no ha desarrollado habilidades sociales, con lo que tiene dificultades para identificar el comportamiento adecuado en cada situación

- La persona no conoce o rechaza sus derechos, ya que le han enseñado valores erróneos como: "lo importante es llegar, no importa cómo; es vergonzoso cometer errores; hay que tener la respuesta adecuada a cada momento; es horrible mostrarse débil o inseguro

ASERTIVIDAD COMO COHERENCIA PERSONAL

Hablamos de ASERTIVIDAD como una competencia social básica, una de las llamadas "habilidades sociales".

Esta habilidad, que a veces resulta tan complicada llevar a la práctica, debe ser entrenada y manejada a la perfección para conseguir que cada persona se sienta a gusto en su propia piel. 

La mejor forma de explicar el concepto es mediante un ejemplo: estás en la barra de chiringuito veraniego y te toca pedir: se te cuelan (no uno, los que sean necesarios). En ese momento eres incapaz de decir: "me tocaba a mi" y sientes la impotencia, la cobardía de no ser capaz de expresar tu derecho. 

Esto supondría una PASIVIDAD ante tus derechos. 

La asertividad se mueve en un continuo en el que puedes perfectamente situarte:



Las personas pasivas son incapaces de expresar sus derechos y necesidades, ante peticiones o situaciones con las que no están conformes, se resignan y ceden. Esta situación tiene una clara consecuencia: por una parte su propia autoestima se resiente al sentirse incapaces de expresar sus deseos, sienten rabia por tener que ceder ante situaciones que no les agradan y se sienten inferiores a los demás "que siempre se salen con la suya". Por otra parte, suelen generar rencor interno hacia los que están "tomando ventaja sobre ellos". 

El pasivo suele ser pasivo y dócil, pero sus reacciones, cuando deciden no ceder a una presión suelen ser absolutamente, y probablemente sucedan en el momento menos adecuado.

En el extremo opuesto tenemos a los AGRESIVOS: ellos por delante, siempre, exigen, imponen y no ceden. Creen que los derechos de los demás están supeditados a los suyos propios y no tienen en consideración los deseos ni necesidades de los demás. A veces da la sensación de que no reparan en que las personas tienen sus propias necesidades.

El punto óptimo es la asertividad, que a mi me gusta definirla como "coherencia interna": no es siempre blanco ni siempre es negro, no hay que pensar que todo el mundo abusa y negarles cualquier petición, ni pretender que todos se plieguen a nuestras necesidades ofendiéndonos si no lo hacen.

Una persona ASERTIVA es capaz de expresar una negativa de forma serena y sosegada, exponiendo sus razones y no sintiéndose culpable por ello.

Un entrenamiento en asertividad enseña a la persona a dar respuestas adaptadas, lo que mejora su nivel de autoconfianza y le hace sentirse mejor consigo mismo, no acumulando rencor hacia los demás.

DERECHOS ASERTIVOS

La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos: 

- Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- En ocasiones, derecho a ser el primero.
- Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
- Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.
- Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
- Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.
- Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
- Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
- Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
- Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
- Derecho a pedir lo que se quiere.
- Derecho a ser independiente.
- Derecho a superarse, aun superando a los demás.
- Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.
- Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.
- Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
- Derecho a ignorar los consejos de los demás.
- Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
- Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.
- Derecho a no justificarse ante los demás.
- Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
- Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
- Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
- Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
- Derecho a sentir y expresar el dolor.
- Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no estén del todo claros, llegar a un compromiso viable.
- Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
- Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
- Derecho a tener derechos.
- Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.